Zaíno es fundada por escritores jóvenes de Bogotá. Un editorial que busca literatura que resista al lugar común, que incomode, que avergüence y que juegue. Para Juan José Ferro y Carlos Ospina, sus fundadores y editores, lo que se publique debe propiciar una visión nueva, tal vez distinta, del mundo; una experiencia que aleje la lectura de la experiencia personal, pero que al mismo tiempo conecte. Las historias que se cuentan en Zaíno son historias que bailan con el lector, con la lectora, con los lectores, sin pisarlos, sin pisarse. Porque la literatura sucede de a dos y en ese viaje el ritmo debe resistir a la imaginación de quien lee; un intento por crear imágenes, hacerlas sentir, llevarlas lejos de lo obvio, alejarse de lo evidente. Y en ese baile que resiste a la tentación del lugar común, un baile que también es viaje, aparece la literatura que Zaíno publica. Las formas no interesan: cuento, novela, poesía, no ficción, no hay límites de género ni de estantes en librerías. Hasta ahí la mitad de la historia. Porque Juan José y Carlos buscan algo más. Los autores y las autoras de Zaíno dominan el lenguaje, juegan con él; no se trata de inventarlo, se trata de moldearlo, de adaptarlo, de crear algo nuevo; expandir los límites temporales, sintácticos y gramaticales del lenguaje para dibujar con él, para crear una obra con voz propia. Porque el cómo se cuenta también es importante. Y allí aparece el juego, entre el escritor y su lector, entre la escritora y su lectora. Al final, Zaíno es voces nuevas, tonos frescos y ritmos raros. Pero Juan José y Carlos también saben que la responsabilidad de explicar y defender la línea editorial recae únicamente sobre los libros publicados.